La otra mitad
Hoy tocaba desahogar las estanterías. Había que ordenar los apuntes para septiembre y tirar los que no me valieran para nada, y es justo lo que he estado haciendo durante una hora.
No es que me moleste ordenar o tirar cosas inservibles. Lo que no me gusta es remover el pasado. Cada hoja, cada notita de bromas escrita en clase o alguna que otra foto que encuentro entre los folios... todo me trae recuerdos del año que ha pasado. Y no lo puedo evitar, soy tremendamente nostálgica. Las mudanzas y los cambios de ciudad me han enseñado a abusar de los recuerdos alguna que otra vez. Intento dejar esa mala costumbre, pero a veces es inevitable darse de bruces con ella.
Y una de las cosas que he encontrado ha sido media baraja. Hace dos años nos regalaron en la facultad media baraja a las chicas y la otra media a los chicos. El juego consistía en buscar nuestra media baraja, tal y como dice el paquete en la imagen. En aquel momento me pareció una verdadera estupidez, original pero estúpida... Y dos años después mi media baraja sigue ahí sola y olvidada entre cientos y cientos de hojas viejas.
Así que metí la estúpida e inservible media baraja en la bolsa con el resto de los folios que iba a tirar. Pero al de un rato recapacité, la saqué, le limpié el polvo y la dejé en la estantería, al lado de un casette de la Velvet Underground "Live with Lou Reed". Sé que no tiene sentido guardarla. Sólo tengo los oros y las copas... ¿y qué voy a hacer sólo con media baraja?
No lo sé. No tengo ni idea de por qué guardo esta porquería, pero me debe estar afectando. Mi subconsciente debe hacer algún tipo de analogía que no acabo de comprender del todo. Sólo espero no encontrármela aquí dentro de otros dos años, porque entonces sí que tendré que tirarla.
O quizás tampoco me atreva... quién sabe.