La aprendiz de princesa
No es mío, es de Nando. Pero es tan precioso que me resistía a que tan sólo se quedara con mi comentario. Mil gracias por este post y por formar parte de este blog. Espero que nunca pierdas esa chispa tan especial (¡¡¡¡y deja ya tu carrera y hazte escritor!!!! :P)
Érase una vez una joven aprendiz de princesa que no sabía caminar con zapatos de cristal. Se encontraba perdida en las alturas de unos tacones que no creía hechos para ella. Se sentía tan extraña en esos vestidos que encontraba tan exageradamente elegantes q no le apetecía llevarlos a diario. Miraba con extrañeza su pelo repeinado por peluqueros de reputado prestigio que lo enredaban en complejas trenzas, escapando entre valiosas joyas y preciosas diademas que a ella no la impresionaban. Se perdía a veces, como si fuera parte del decorado, en las cenas llenas de gente q se creía importante, y declinaba con gentileza atender a esos presuntos (y también presuntuosos) invitados de valor.
Pero ella siempre se sintió más segura caminado sobre la suela plana de sus botines gastados, y vestida cada día de nuevo con sus viejos y fieles tejanos. Siempre fue mucho más sencillo recoger en un moño desnudo de valiosos adornos su hermoso pelo largo. Siempre estuvo más comoda entre sus amigos de toda la vida, en cualquier esquina de su viejo barrio. Ella siempre se marchaba de las cenas de gala. Prefería irse al jardín a ver los gatos que se dejaban acariciar por sus manos momentos antes de escaparse saltando sobre los tejados. O tal vez, simplemente ver nadar a los patos que daba de comer sentada en un banco del parque, en un estanque escondido del resto del mundo que nunca supo buscarlo. De cualquier pequeño rincón, ella siempre supo hacer su verdadero palacio... y rellenar sus paisajes con sonrisas.
Ella, la princesa que en algún tiempo se creyó con alma de torpe pato, al final resultó ser un hermosísimo cisne disfrazado.
Que sepas a mi no me engañas con tu disfraz de pato
Hoy me siento como Amèlie cuando intentaba que alguien viera los destellos de su espejo en la oscuridad de París. Hasta ahora nadie veía los del mío... justo hasta ahora :)
Érase una vez una joven aprendiz de princesa que no sabía caminar con zapatos de cristal. Se encontraba perdida en las alturas de unos tacones que no creía hechos para ella. Se sentía tan extraña en esos vestidos que encontraba tan exageradamente elegantes q no le apetecía llevarlos a diario. Miraba con extrañeza su pelo repeinado por peluqueros de reputado prestigio que lo enredaban en complejas trenzas, escapando entre valiosas joyas y preciosas diademas que a ella no la impresionaban. Se perdía a veces, como si fuera parte del decorado, en las cenas llenas de gente q se creía importante, y declinaba con gentileza atender a esos presuntos (y también presuntuosos) invitados de valor.
Pero ella siempre se sintió más segura caminado sobre la suela plana de sus botines gastados, y vestida cada día de nuevo con sus viejos y fieles tejanos. Siempre fue mucho más sencillo recoger en un moño desnudo de valiosos adornos su hermoso pelo largo. Siempre estuvo más comoda entre sus amigos de toda la vida, en cualquier esquina de su viejo barrio. Ella siempre se marchaba de las cenas de gala. Prefería irse al jardín a ver los gatos que se dejaban acariciar por sus manos momentos antes de escaparse saltando sobre los tejados. O tal vez, simplemente ver nadar a los patos que daba de comer sentada en un banco del parque, en un estanque escondido del resto del mundo que nunca supo buscarlo. De cualquier pequeño rincón, ella siempre supo hacer su verdadero palacio... y rellenar sus paisajes con sonrisas.
Ella, la princesa que en algún tiempo se creyó con alma de torpe pato, al final resultó ser un hermosísimo cisne disfrazado.
Que sepas a mi no me engañas con tu disfraz de pato
Hoy me siento como Amèlie cuando intentaba que alguien viera los destellos de su espejo en la oscuridad de París. Hasta ahora nadie veía los del mío... justo hasta ahora :)
4 comentarios
Inchina -
David: sí, qué aburrimiento... lo resume esa viñeta que puso Brianda :)
Nando: a ti no te digo nada por pelota :P
nando -
pd: es muy fácil escribir cosas hermosas cuando sobre lo q se escribe lo es aún más. muitos bikooooooos!!!
david -
Que aburrido sería ser cisne.
Vicente Torres -
Y un cisne es un cisne, haya nacido donde haya nacido. Y lo mismo digo de los patos. Y tú me entiendes.